jueves, 18 de febrero de 2010

UN PARAÍSO POR DESCUBRIR


El viernes 4 de febrero los estudiantes del segundo semestre de CORP, realizamos un viaje a la ciudad de Portoviejo donde está ubicado el Jardín Botánico, con la finalidad de pasar un día agradable en unión de todo el curso y además hacer conciencia sobre la importancia de las áreas verdes en nuestro medio ambiente. El viaje se retraso un poco porque el bus de la universidad no llegaba, aproximadamente a las 8H45 salimos de Manta, todo el camino fue divertido, hacían bromas, tomaban fotos lo único malo fue que llovía, en fin llegamos a Portoviejo pasadas las 9H30.

Por suerte la lluvia pasó y así pudimos disfrutar mejor el viaje y al llegar al jardín botánico me sorprendió mucho lo grande que es y lo mejor el respirar aire puro escuchando solo algunos pajaritos, la guía que nos acompañó en el recorrido dio la bienvenida al grupo y comenzó a explicarnos sobre la variedad de plantas ornamentales que allí existen y que en su mayoría son de otros países.

Hay mucha variedad de especies y fue así como por primera vez vi un árbol salchicha, me imagino que su nombre se debe al fruto que da, pues es alargado y parece una salchicha, pero que solo lo pueden comer los hipopótamos las personas no.

Seguimos el recorrido y era sorprendente poder observar la belleza del paisaje y la tranquilidad que ahí se vive, llegamos hasta el vivero que es donde reproducen las plantas para la venta, habían de diferentes colores, luego pasamos al área de las palmeras algunas dan frutos, otros eran tan grandes que alcanzaban hasta 45 metros de altura, lo curioso fue ver la planta de corozo que tiene espinas que las usa como defensa para protegerse los insectos.

Me llamó la atención cuando fuimos al jardín del desierto y lo llaman así porque ahí tienen especies que se desarrollan y crecen en climas muy secos especialmente los cactus, luego en la parte del bosque, allí hay inmensos arboles el que se destaca es mata palo por ser uno de los más grandes, son importantes para oxigenar la ciudad y dan aire puro.

Tuvimos la oportunidad de ver a una ardilla subir por los árboles fue muy emotivo, todos pararon para ver eso que no es común observarlo, luego fuimos al centro de rescate de vida silvestre, antes de entrar la guía dio algunas recomendaciones, como hacer silencio y que estaba prohibido tocar a los animales, luego de eso entramos sin problemas.

El lugar donde estaban los animales en realidad era como su hábitat natural, lo primero que vimos fue un par de monitos, un mico que no paraba de comer y un mono chorongo o también llamado peluche, pues era como esponjoso muy bonito además le gustaba que le tomen fotos hasta posaba, después pasamos al área de las aves, ahí habitan loras, guacamayos de colores vivos que resaltaban, y el que más sobresalía era el pato cantor por el ruido que hacía, y algunos ni siquiera sabíamos que existía.

Estábamos caminando, cuando de un momento a otro un cucucho y un mapache estaban en los alambres encima de nosotros y lo curioso fue que nos seguían como que sabían que invadían su hábitat , también vimos a un mono payaso pequeñito que desapareció entre los árboles, así terminamos el recorrido por el jardín botánico.

Luego con todo el grupo descansamos y comimos frente a la laguna, allí hay caimanes y tortugas, que se alimentan de los peces que ahí también habitan, incluso por temporadas dejan pescar, después de eso nos preparamos para el regreso luego de haber visitado un lugar único con paisajes hermosos, que muy pocos conocen, llegamos a la universidad pasada las 13H00, y así terminó el viaje esperando regresar otro día.

Elaborado por: Ma. Lucia Obando Reyna

1 comentario:

  1. Muy bien Lucy, fue como estar ahí. Me gusta mucho tu forma de relatar.

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